- Contempla el bucólico paisaje que le rodea. Espera a que caiga una manzana, que un pájaro emprenda el vuelo o que aterrice un helicóptero; sólo escribirá si las musas comparecen y le inspiran.
- Olvida las musas y se apresura a transcribir su pensamiento fugaz; cree que las impresiones frescas y espontáneas son las mejores. Sabe que las ideas, ligeras, huyen; pero que las palabras, escritas, perduran.
- Desconfía de las ideas fáciles y jóvenes; prefiere trabajar laboriosamente el texto; escribe varios borradores. Intuye que el secreto de la escritura está en la constancia.
El autor examina con afán didáctico los trabajos más importantes realizados hasta la fecha sobre el tema de la expresión escrita y su aprendizaje: experimentos, teorías científicas, hipótesis, etc. En conjunto, Describir el escribir ofrece un ensayo sucinto, claro y objetivo, escrito para el público general.
Bibliografía: Cassany Daniel (1993). Describir el escribir. Cómo se aprende a escribir. Barcelona: Paidós. 194 pp.
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